La grafología
más allá de ser una ciencia también es un arte, el arte de conocer mediante las
particularidades de la escritura, la personalidad de quien escribe. Hay letras
pequeñas, grandes, angulosas, inclinadas, rectas… todo un abanico de
posibilidades que abren inconscientemente la personalidad de quien escribe a
quien la sabe descubrir a simple vista, un experto en grafología:
“La grafología
es cualquiera de los métodos que existe para descubrir el carácter de las
personas a través de su escritura, su forma, tamaño, luminosidad, dirección
etc.”, sostiene Mauricio Xandro Presidente de la Asociación Española de Grafología.
Pero no solo la letra es importante, cuando nos ponemos delante de una carta la distribución del texto es una de las principales características así como lo es el espacio reservado para la firma. De esta manera, cada una de las partes del escrito, forma parte de un todo detrás del que se encuentra la persona.
Pero no solo la letra es importante, cuando nos ponemos delante de una carta la distribución del texto es una de las principales características así como lo es el espacio reservado para la firma. De esta manera, cada una de las partes del escrito, forma parte de un todo detrás del que se encuentra la persona.
“El cuerpo de
una carta es el YO manifestado, yo me manifiesto como me escribo, luego yo soy
como escribo, o sea el yo social y el yo individual”, añade el experto.
La grafología
descubre desde cualidades morales, intelectuales, estados de ánimo y hasta
enfermedades o actitudes profesionales. Por ello la opinión de un experto puede
ser determinante en diferentes circunstancias.
“También con la
grafología podemos detectar las enfermedades en la escritura. En los juicios a
veces detectamos que en los documentos ciertas firmas no corresponden con la
letra del escrito. Y esto es algo muy importante legalmente, fíjate que estamos
hablando de testamentos”, cuenta Wandro.
Quienes cuestionan
el método de la grafología se amparan en que no está reconocida como ciencia,
debido a que adolece de evidencia empírica. Sin embargo, los defensores
sostienen que así como cada persona tiene una voz característica, gestos
propios y hasta huellas dactilares, también la escritura es genuina y recurren
a la comparación y al estudio de cada caso para llegar a conclusiones comunes
basadas en la experiencia. Aun así parece que la lucha entre ambas posturas
perdurará en el tiempo y la grafología tendrá que esperar para conseguir el
reconocimiento que merece.
“Yo recomiendo
que la grafología también la utilicen compañías que se dedican a seleccionar personal
y hasta psicólogos. Porque la grafología es el único test que detecta la moral
y la inmoralidad de quién escribe”, concluyó el grafólogo.
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