jueves, 26 de marzo de 2009

INFORME SOBRE LA ALQUIMIA. La madre de todas las ciencias

jueves, 26 de marzo de 2009
“Alcanzar la Gran Obra no es tarea de unos pocos, sino de todos los seres humanos de la faz de la tierra (...) todos nosotros podemos, sin lugar a dudas, sumergirnos en el Alma del Mundo”.
Paulo Coelho, "El Alquimista".


Durante tiempo se consideró a la alquimia como una práctica esotérica, en la que se imaginaban a sus adeptos como grandes brujos y hechiceros que adoraban a Satán, quien prometía a sus seguidores revelarles los secretos de la inmortalidad a cambio de realizar diversos sacrificios. Para profundizar en la ciencia de la alquimia es necesario desterrar este concepto que intenta y pretende negar la única razón de ser de la alquimia: “Amar a la Humanidad y a Dios mismo”, como bien diría el alquimista moderno Primius Callus Galius. Los alquimistas eran investigadores cultos, inteligentes y bien intencionados, pero en los últimos siglos fueron desacreditados y estigmatizados como meros charlatanes con intenciones de quebrantar el orden establecido.
La mayoría de los catedráticos sostienen que esta ciencia es un reducto del pasado cuyas prácticas ya no tienen validez. Sin embargo -y para sorpresa de algunos autores- la alquimia goza actualmente de la atención de varios físicos, médicos y científicos, quienes consideran a esta añeja disciplina con más de 2500 años de antigüedad, como una ciencia legítima. Estos profesionales -que lograron obtener en base a esfuerzo y sacrificio la mítica piedra filosofal- están en condiciones de afirmar que estas prácticas son posibles. Entonces, la pregunta más inquietante sale a la luz: ¿Cómo es posible que exista una ciencia capaz de convertir en oro cualquier tipo de metal? Esta ciencia existe y se la llama ALQUIMIA.



La alquimia es considerada la antecesora de la química moderna. Este gran error surge con la aparición de los aficionados alquimistas, quienes intentaron durante largo tiempo llegar a la famosa piedra filosofal por medios que no eran los adecuados. Mientras que algunos buscaban comprender y explicar los principios de la naturaleza, en torno al orden y al sentido que le encontraban al resultado de sus experiencias, otros engañaban a la gente con montajes públicos de una supuesta transmutación. Los espectadores compraban la presunta piedra filosofal a un precio moderadamente razonable y el pseudoalquimista se esfumaba dejando desorientados a sus clientes. No obstante, desde el análisis, se puede sostener que la alquimia es un arte con todas las letras. Sin embargo, y a pesar de que solo una escasa minoría es capaz de llegar a comprender sus saberes, la mayoría resulta engañada con conocimientos errados e inexactos. Esto ocurre no solo con este tema sino con todas aquellas disciplinas consideradas falsas por los hombres de ciencias, cuyo único objetivo es desterrar los verdaderos saberes de la cultura popular. Así, las personas más crédulas son engañadas por los puffers (o sopladores en español) que pretenden ahogar más en lo profundo las competencias de esta ciencia legítima. Asimismo, estos sopladores fueron considerados por la masa popular del siglo XVII “auténticos” alquimistas.
Otro gran error -y este más grave aún por haber sido publicado en libros actuales- se basa en afirmar que muchos de estos sopladores fueron los responsables de contribuir con sus trabajos a las industrias artesanales de la época, entre las cuales podemos mencionar la obtención de la pólvora, el análisis y refinamiento de minerales, la metalurgia, la producción de tinta, pinturas y cosméticos, el curtido del cuero, la fabricación de cerámica y cristal, la preparación de algunos extractos y licores. A su vez, se cree que los aficionados alquimistas fueron los responsables de crear diversas sustancias como el agua regia, el agua fuerte (ácido nítrico), el aceite de vitriolo (ácido sulfúrico), el amoníaco, al ácido muriático (clorhídrico), el Sodio y el Potasio. Sin embargo, todas estas sustancias ya eran mencionadas por los filósofos griegos Aristóteles y Platón tiempo antes que aparecieran estos pseudo-alq
uimistas.
En este sentido, Mar Rey Bueno, Doctora en Farmacia, sostiene: La alquimia, podríamos decir, es la ciencia Universal del conocimiento, es la forma de conseguir el conocimiento absoluto. En eso se diferencia de la química cuya finalidad es obtener y saber cuales son los principios de la naturaleza. Pero nada que ver con el conocimiento absoluto”.

En 1973 se publicó en Londres el libro “Alquimia”, de
Stanislas Klossowski de Rola, donde en sus primeras páginas se explica claramente las disimilitudes que hay entre ambas ciencias: “... Mientras que la química se ocupa de los fenómenos científicamente verificables, la misteriosa doctrina de la alquimia atiende a una realidad escondida de orden superior que conforma la esencia que subyace todas las verdades y religiones. La perfección de esta esencia se denomina Absoluto; puede ser percibida y comprendida como la belleza de toda la Belleza, el Amor de todo el Amor y lo Más Alto de lo Alto”.

UNA CIENCIA MILENARIA


La alquimia es conocida actualmente como una pseudociencia, motivo por el cual no se enseña en las grandes instituciones académicas. Sin embargo, el alquimista moderno Primius Callus Galius -Licenciado en Física y Química- conocido en Internet por sus enseñanzas alquímicas, dispara fuertemente contra este postulado: “Cómo se puede llamar pseudociencia a una ciencia que tiene históricamente más de 2400 años de desarrollo sin haber variado de necesidad en sus teorías y llamar, por el contrario, ciencia a unas ideas poco comprobadas cuya historia no supera los 300 años y que ha cambiado sus teorías por necesidad más de 300 veces en su corta vida por inexactas y fallidas. Las teorías de Tales, Pitágoras, Demócrito, Platón y Aristóteles -entre otros- no han variado a través del tiempo, no por tradición, sino porque son correctas. Mientras que la arrogancia de los "sabios actuales" los ha desviado del conocimiento, de modo tal que todos los días sale una nueva teoría a refutar las anteriores”. Aquí surge el debate: ¿Cómo se define una ciencia? Podemos citar como ejemplo la definición que brinda el diccionario de la Real Academia Española. Este compendio la define como "un conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales”. A su vez, la palabra Pseudociencia hace referencia a “un conjunto de supuestos conocimientos, metodologías, prácticas o creencias no científicas pero que reclaman dicho carácter”. Este periodista tuvo la oportunidad de entrevistar al Licenciado Primius Callus. Al consultarle sobre la definición de alquimia respondió: Es la comprobación experimental de las teorías filosóficas sobre la creación y la materia de los sabios de la antigüedad. Toda ciencia tiene postulados, teorías y comprobación experimental. La alquimia es la unión de estas tres cosas, por lo tanto, es una ciencia”. A su vez, agrego: “Los físicos materialistas no aceptan una ciencia donde Dios es el rector del Universo. La alquimia, en cambio, estudia la naturaleza e incluye a Dios en los procesos Físicos. Los materialistas se apoderaron del concepto de ciencia. Todo lo que no tiene que ver con su racionalismo queda excluido de la Ciencia, dándole el apelativo de pseudociencia p
ara desvalorizarla y borrarla del pensamiento popular”.

EL CATALIZADOR EXCEPCIONAL ¿VIDA POR SIEMPRE?

Según cuenta la leyenda, la ciencia alquímica nació con el Dios Thot llamado
Hermes Trimegistro. Este enigmático personaje escribió los llamados 42 Libros del Saber, los cuales abarcaban todos los campos del conocimiento, incluyendo la alquimia. El imaginario popular -creado por los falsos discursos de los hombres de ciencias- considera que los textos alquímicos están dotados de secretos porque la mayoría presentan códigos, diagramas y grabados. Como consecuencia, se cree que los alquimistas ocultaban la forma de llegar al conocimiento absoluto para evitar que sus saberes cayeran en manos equivocadas. Esta idea debería tomarse con pinzas ya que los antiguos alquimistas no escribían sus textos pensando en un público amplio y heterogéneo sino, por el contrario, pensando en sus alumnos o en sus colegas de laboratorio. Al ser la Gnosis lo primero que el alumno aprendía, las imágenes y los diagramas servían para orientarlo a llegar a la inspiración Divina. La alquimia no es una ciencia fácil de comprender. El trabajo del alquimista se centra en tres aspectos fundamentales: por un lado, la búsqueda de la piedra filosofal (o la piedra de los filósofos), “un compuesto que se obtiene después de un proceso que dura nueve meses a un año aproximadamente, dependiendo de muchos factores, por una de las dos vías: la seca y la húmeda. Es un proceso donde los principios Azufre y mercurio (energías), son obtenidos por separados, purificados y luego son sometidos a un proceso llamado circulación. El resultado final es una sustancia inocua (o piedra filosofal) para el organismo, que resulta ser un catalizador natural para la restauración de las funciones correctas de la vida celular”, explica el Maestro Primius quien le reveló a este periodista haber creado esta sustancia en varias ocasiones. En síntesis, la piedra filosofal tiene la propiedad de transmutar cualquier metal innoble en oro. Sin embargo, antiguos textos publicados afirman que los verdaderos alquimistas, tales como Isaac Newton, Alberto "el grande", Nicolás Flamel, Robert Bacon, Geber, Benjamín Franklin, Paracelso, entre otros, no buscaban esta sustancia para volverse plenamente ricos, sino que, por el contrario, lo hacían como prueba para darse cuenta si habían alcanzado correctamente el conocimiento absoluto sobre la naturaleza. A su vez, este catalizador extraordinario recibe el nombre de ‘polvos de proyección’. “¿Por qué polvos de proyección? Porque proyectados -valga la redundancia- sobre cualquier tipo de metal conseguía transmutarlo en oro. El Oro que es el metal puro por excelencia”, nos informa la Doctora Mar Rey Bueno. Asimismo, el imaginario popular considera que los alquimistas dedicaban su vida entera a conseguir la famosa piedra filosofal para obtener riquezas sin límites. Esta idea también debería tomarse con pinzas. Surge, quizás, con el príncipe Felipe II, quien la buscaba desesperadamente para obtener oro y así pagar a su ejército, habida cuenta que sus tropas estaban distribuidas por toda Europa. Pero con el paso del tiempo, Felipe II -ya anciano- decide, al no tener un primogénito que heredara su corona, construir en los aledaños del Monasterio de El Escorial el laboratorio más grande de Europa. Su objetivo estaba centrado en mantenerse con vida el mayor tiempo posible con la segunda quimera de la Alquimia: el elixir de la vida.
Por otro lado, el elixir de la larga vida -o bien la Fuente de la Eterna Juventud- es una sustancia capaz de evitar la descomposición de la materia. También conocida como Panacea Universal o Llave de la inmortalidad, tiene como agente especial la propiedad de curar o sanar cualquier tipo de enfermedad, eliminando completamente las causas que la generan. Según el Licenciado Primius, el elixir es
una disolución en agua de la piedra filosofal que disuelta en un litro de agua y administrada oralmente tres veces al día una cantidad que cabe en una cucharadita de té, produce la remisión de cualquier enfermedad cancerigena, viral, bacterial o genética”. Finalmente, la labor de un alquimista esta centrada también en la conquista de la Gran Obra (o Magnum Opus). Tal hazaña consiste en llegar a la realización tanto material como espiritual. Sin embargo, varios catedráticos sostienen que la alquimia solo se trata de una práctica espiritual, mientras que otros se encargan únicamente de buscar riquezas sin límites. De este manera, según el alquimista, nunca se llagará a concretar la Gran Obra.
Segú
n Primius, "la ‘Pequeña obra’ u ‘Opera Minor’ es la producción de la Piedra Filosofal en los reinos animal y vegetal, cualquiera de las dos indistintamente. En tanto que, la ‘Obra Mayor’ o ‘Gran Obra’ u ‘Opera Major’, es la elaboración de la Piedra Filosof
al en el Reino Mineral”.

EL INSTITUTO DE ESTUDIOS ALQUÍMICOS (I.D.E.A)


En el siglo XX una experiencia con diversos átomos dejó con la boca a abierta a los científicos del momento. Varios físicos habían logrado transformar átomos de plomo en átomos de oro mediante reacciones nucleares. Lamentablemente, los átomos de oro -al ser isótopos muy inestables- resistieron pocos minutos para luego desintegrarse, y con ello, el sueño experimental de todo científico que busca o pretende encontrarle una explicación científica al arte de la transmutación. En 1980, Glenn Seaborg -Premio Nobel de Química en 1951- logró transmutar plomo en oro, pero este oro duró unos segundos por su elevada inestabilidad atómica. La cantidad que obtuvo era tan insignificante que no bastaba para su rentabilidad. A lo largo de la historia, varios especialistas manifestaron haber logrado una transmutación completa. Tales son los casos de George Ohsawa y Michio Kushi, quienes transmutaron Sodio en Potasio y Carbono en Oxígeno. Tales experiencias nunca fueron comprobadas ni verificadas. La persona que esta en condiciones de hablarnos de una verdadera transmutación es el Maestro Gnóstico Primius Callus Galius, quien, como hemos afirmado más arriba, ha creado en varias oportunidades la famosa piedra filosofal. Una de las preguntas que me surgió al dar con la materia fue: ¿Para qué nos puede servir la Alquimia? El Licenciado de Olavarria, quien me aseguro tener más años que mi tatarabuelo, me brindó unos minutos de su tiempo para responderme e informarme sobre esta ciencia perdida en el tiempo: “El objetivo de la alquimia no es producir piedras preciosas y oro con fines económicos. Eso es un cuento. El objetivo de un alquimista es desarrollar una tecnología que beneficie a la humanidad. Los que estudian alquimia no lo hacen por ambición sino por amor a Dios, a la Alquimia y a la Humanidad. El alquimista, luego de haber comprobado la realidad de la transmutación para sí mismo, jamás vuelve a realizar la piedra de los filósofos y se dedica a otras investigaciones alquímicas (…) Es como armar un rompecabezas, una vez que sabes cómo hacerlo, lo armas mecánicamente. O cómo usar esos juegos para armar llamado “mecano”: una vez que ya sabes como unir las piezas, ya puedes construir lo que quieras”.


Primius Callus Galius, autor de “Filosofía de los Alquimistas”, “Los Vegetales según la Alquimia” y “La Piedra Vegetal”, entre otros libros que revelan los secretos de la alquimia, comenzó a dar varias conferencias sobre esta disciplina entre 1996 y 1998, en las que se reunían importantes hombres de ciencias. Para el año 1998, un reducido grupo de jóvenes profesionales le pidieron que les enseñara los secretos ocultos que escondía esta ciencia prodigiosa. Así fue como el alquimista moderno les enseñó durante cinco años el arte de la transmutación. Paralelamente, la Editorial Librería Primius estaba a su cargo hasta que la donó junto con los beneficios que aportaban las ventas de sus libros. De esta manera, se sostienen los laboratorios del Instituto De Estudios Alquímicos (I.D.E.A). Este instituto es una asociación sin fines de lucro, integrada por 20 profesionales y 10 colaboradores que realizan investigaciones científicas sobre la alquimia y todo lo que deriva de ella. A su vez, procura enseñar la alquimia al mayor número de personas posible. Todos sus miembros son ex alumnos míos de alquimia, actuales alquimistas. Entre ellos se encuentras médicos, químicos, físicos, ingenieros y de otras ramas del saber. Lo que se enseña en este instituto es la verdadera ciencia de la alquimia. El instituto cuenta con más de 400 alumnos de todo el mundo y ya se han egresado más de 60 alquimistas”. (Para mayor información sobre el Instituto y el curso, se puede visitar la página Web http://www.libreriaprimius.redtienda.net/ )


¿Cuántos años dura el curso completo?
“El curso completo se compone de cinco niveles de un año cada uno, totalizando 5 años. Se compone de 48 clases o lecciones anuales, a razón de ser una lección por semana, totalizando 240 lecciones. Se le asigna a cada estudiante un profesor quien atiende sus preguntas e inquietudes que le pueden surgir sobre el contenido de las lecciones y, a su vez, recibe explicaciones adicionales. Comprende estudios con teorías, cálculos e hipótesis a nivel científico. Este curso está dirigido no solo a profesionales, sino también a gente común”.

PARA SEGUIR PENSANDO

Con el paso del tiempo, la alquimia dejó de ser el centro de atención de muchos hombres. La ciencia siguió descubriendo nuevas formas de conocer los secretos del universo, motivo por el cual se fue dejando de lado esta ciencia milenaria considerada como una materia perdida en el tiempo. Sin embargo, hay que admitir que por muchos años la alquimia fue tejiendo un halo de misterio en las culturas occidentales, que más tarde entraron por la puerta de España hasta llegar al continente americano. Para estas épocas, las esferas de actividad científicas tenían tanto dominio sobre la civilización que cualquier conocimiento que amenazaba el orden universal establecido por los hombres de ciencias era considerado herejía, como actualmente se la conoce a la alquimia a nivel científico, médico y farmacéutico. La última pregunta formulada a Primius Callus fue: ¿Qué espera de la alquimia para la humanidad? Su Respuesta fue clara: “Que se enseñe en las Universidades y sea la ciencia del futuro, no solo del pasado, para que pueda volcar todas sus bondades en beneficio de la humanidad”. ¿Pueden las ciencias modernas trabajar a favor de la humanidad? Sea cual fuese la respuesta, los alquimistas actuales reclama esa gloria.

Agradecimientos:
Agradezco profundamente a la Licenciada Cristina Rama del colegio Manuel Dorrego, quien, con mucha paciencia, intento conmigo, mediante sus competencias culturales, hallarle una explicación científica al arte de la transmutación. A su vez, quiero agradecerle al Licenciado Primius Callus Galius por haber confiado en mi persona y desenmascarar los mitos fraudulentos que presenta esta ciencia prodigiosa.


Fuente:
_ “Alquimia”. Autor Stanislas Klossowski de Rola.
_Wikipedia, la enciclopedia libre. Internet.
_Biblioteca Nacional de la Republica Argentina. Archivo.
_“Alquimia: el gran secreto”. Autor Mar Rey Bueno.
_www.monografias.com. Internet.
_Revista Azogue. Internet.
_La bitácora de Alchemy. Blog. Internet.

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